En los últimos años, ha resurgido el interés por el consumo de psicodélicos, en particular de sustancias como psilocibina (presente en algunas setas) y MDMA (no es estrictamente un psicodélico clásico, pero a menudo se incluye en los debates), con fines terapéuticos. Las investigaciones sugieren que estas sustancias pueden tener potencial para tratar diversos trastornos mentales como depresión, ansiedad, TEPTy adicción.
Algunas personas e investigadores creen que los psicodélicos pueden potenciar la creatividad y la capacidad de resolver problemas alterando la percepción y los procesos cognitivos, lo que puede dar lugar a nuevas percepciones y perspectivas.